En Italia no es gracia un Fast and Furius

Muchos nos deleitamos con las capacidades de esos autos en Rápido y Furioso (o rápido y jugoso, según la localidad), en donde al ver un policía disfrutaban dejándolo en el camino... Pero, ¿Como la harían en Italia?
Vean que les espera a estos corredores...

Tendencias de transformación para el siglo XXI

El hombre desde que lo es, se relacionó con la naturaleza en forma pasiva y dependiente, en donde este no influenciaba cambio alguno sobre ella. Luego, con el desarrollo de la técnica y la total dependencia del hombre a la tierra hace imperativo el establecerse y socializar su entorno a sus necesidades, modificándolo y alterándolo. Es así, con este ritmo como el hombre continuó su desarrollo llegando a eras de industrialización donde la fuerza y el músculo separaban a una familia del hambre y la pobreza, concentrando el conocimiento y dominio en algunos pocos.
Hoy, la transformación apunta a una democratización en diferentes aspectos, tales como el conocimiento y la participación, dejando atrás sociedades autoritarias y dictadoras, abandonando el paternalismo y obligando a la sociedad volverse una co-responsable de una realidad local o nacional. De esta manera una sociedad estancada e inmóvil es reemplazada por una dinámica y en constante cambio, en donde las personas necesitan menos instrucciones y demandan protagonismo en modelos como el trabajo en equipo, preocupándose hoy de aspectos tales como el crecimiento sustentable, la conciencia ecológica y la preocupación por los efectos de estas transformaciones irracionales y desmedidas. Todo esto genera una sociedad más informada, involucrada y conciente de temas antes privados a su dominio, lo que hace que hoy las organizaciones declaren una dependencia total de las personas orientando todos sus esfuerzos al logro de la satisfacción de estas.

Estrategias y modelos de cambio

Antiguamente, las empresas no se preocupaban más allá del volumen de venta. Esto parecía funcionar mientras el competidor más próximo es el que existía a la vuelta de la esquina. Y es que con efecto de esta era de la velocidad es la adaptación al cambio con la adopción de diferentes estrategias la que asegurará la permanencia o vigencia en el mercado. De esta manera a de han elaborado modelos capaces de preparar a las organizaciones para una adaptación a este cambio. Sin embargo, sea cual sea esta estrategia, se hace imperativo el contar con directivos que favorezcan el cambio, por contar esta con el poder y capacidad de tomar decisiones radicales ante eventos dados, capaces de mover a un grupo humano por una causa común, abriendo espacios de participación, en forma progresiva hacia la transformación de una empresa pro a la excelencia en el servicio y valor entregado al cliente, fundamentado esto en procesos humanos de liderazgo, comunicación y trabajo en equipo entre otros.
Los modelos propuestos son tres: Revitalización Organizacional, Cambio Floral de la Organización, y finalmente la llamada Implantación de Valores. Cada una con sus respectivas bondades exponen en conjunto factores comunes que son el diagnosticar realidades, definir estrategias de cambio basadas cada una en convicciones diferentes, y una etapa de evaluación y control.

Cultura organizacional y liderazgo

Hoy se ha comprobado que un elemento clave en el desarrollo de las organizaciones son las personas. Desde la revolución industrial, en donde lo importante era la implementación de maquinarias, hasta la explosión de las computadoras, en donde se tenía una relación directa entre el éxito y el tamaño de la inversión en tecnología no basto mucho tiempo para que nuevamente se piense en los esfuerzos de las personas, y nos es difícil darse cuenta que son estas la que logran la productividad de cualquier tecnología o técnica desarrollada. Pero, no solo es un actuar mecanicista para con las máquinas, sino que es un lograr que estas personas sean un elemento y agente de cambio positivo de su medio ambiente directo con el propósito de hacer de una organización inteligente, capaz, clara, convincente de sí y competitiva. Esto es el llamado capital intelectual, variable asociada a las habilidades cognitivas, ligadas a la razón que proveen a la organización de decisiones cada vez más acertadas y fructíferas.

Todo lo anterior es un efecto de un complejo, más no imposible, proceso de maduración progresivo, en donde lo primero es lograr que las personas se apropien de una visión compartida. El instalar en las persona el sentimiento (como emoción permanente) de querer aportar en pro de un anhelo, deseo o motivación, despertando la creatividad y la innovación.

Este es el gran trabajo objetivo de los líderes en las organizaciones. El llevar a las personas a una visión compartida de una organización con una misión declarada y un marco valórico claro.